jueves, 12 de octubre de 2017

LEL VOL2CAP4

VOLUMEN 2 CAPITULO 4

LAVIAS, LA CIUDAD DEL CIELO

La Doctora Cha Eunhee del Centro de Rehabilitación Gran Sociedad era una psicóloga de fama mundial, que había patentado un novedoso sistema terapéutico para el tratamiento de las enfermedades psicológicas. Su implacable horario no solía dejarle tiempo para descansar.

Tenía una interminable fila de pacientes a los que atender y artículos semanales que entregar en un infinito ciclo de tedio y monotonía.

- Aburrido. Soso. Tedioso.

Esas eran sus quejas habituales. Pero a pesar de su deseo de escapar, simplemente no podía abandonar sin más sus responsabilidades.

Por eso se encontraba en ese momento en medio de una sesión de terapia con una señora de edad media.

- Lo siento mucho por la situación de su hija – dijo, pestañeando para eliminar la humedad que se le estaba acumulando en los ojos.

- Sé que ya han pasado cinco años – dijo la mujer con una triste sonrisa, mientras se abría a la doctora – pero desde que mi chiquilla intentó quitarse la vida, no he sido capaz de concentrarme en nada.

- Es hora de que dejes de preocuparte por el bienestar de tu hija y empieces a buscar el sentido de tu propia vida.

- La verdad, doctora – la mujer sujetó con fuerza la mano de la doctora – es que creo que está atrapada en algún sitio… ella…

* * * * *

El Árbol Celeste se extendió sin rumbo fijo hacia arriba, pero pronto empezó a dirigirse hacia una dirección en particular.

Weed y sus compañeros se habían sujetado al tronco mientras crecía hacia su destino. Los fuertes vientos les golpeaban, y el suelo estaba demasiado lejos. En cuestión de segundos, el Poblado Baran había desaparecido de la vista.

Atravesaron las nubes y llegaron a lo que parecían una gran isla. ¡Una isla flotante! A lomos del creciente Árbol Celestial, el grupo se alzó por encima de la niebla que nublaba la imagen del área.

- ¡Esta tiene que ser la Ciudad del Cielo! – exclamaron los miembros del equipo, disfrutando de las imágenes que les rodeaban.

Ante ellos se alzaba un laberinto de edificios. En el centro del laberinto se alzaba una inmensa torre con una miríada de pájaros en lo alto. Más allá de la gran torre había colinas ondulantes y hermosos campos.

- ¡Oh! ¡El árbol se está marchitando! – gritó Irene mirando hacia atrás.

El tronco del árbol se secó y disolvió ante sus ojos. Los fragmentos desaparecieron entre las nubes, cortando el medio de transporte entre la isla flotante y la superficie.

- Nuestro camino de vuelta ha sido destruido. ¿Qué podemos hacer ahora? – Surka se empezó a preocupar. Sus compañeros, en cambio, no parecían particularmente incómodos.

- Aquí empieza la aventura. Con el árbol ido, ya nos preocuparemos de cómo regresar cuando llegue el momento.

- Pero, Pale-nim… – Surka parecía estar a punto de echarse a llorar, echando ya de menos la solidez del suelo firme.

Weed intentó animarla:

- Si se quiere, se puede – pero Surka no parecía tranquilizarse con su comentario, por lo que como quien no quiere la cosa, añadió – Bueno, si no damos con otro medio, siempre podemos saltar, ¿no?

- Pe-pero…

- Bueno, seguramente morirías una vez, pero sin duda terminarás en el suelo.

Surka palideció. Lo cierto era que siempre había sufrido una terrible acrofobia[i].

Cuando el Árbol Celestial había estado creciendo, se había sujetado con todas sus fuerzas al tronco, con miedo de caerse y matarse aplastada contra el suelo.

Quizás hubiese dejado pasar esta aventura si hubiese sabido que tendría que subir hasta allí arriba.

El equipo empezó a avanzar, consolando a Surka por el camino.

* * * * *

La Ciudad del Cielo era el hogar de una raza única.

- Parecen pájaros…

De pie sobre dos patas, con pequeñas cuentas como ojos, un pico puntiagudo, unas amplias alas y mejillas redondeadas, parecían gorriones.

Los más ancianos parecían tener unas barbas blancas alrededor de los picos.

- ¡Uahh! ¡Qué monos! – exclamó Surka, cuyo afecto hacia los pájaros se impuso sobre su acrofobia. Ya no temblaba de miedo, sino de excitación.

Un pájaro anciano se les acercó, ignorando el indeseado interés de Surka.

- Saludos, viajeros, bienvenidos a Lavias.

Todos los demás se volvieron a mirar a Weed.

Según sus experiencias anteriores, Weed era el mejor preparado para dirigirles.

Lo que era más, los demás habían comprendido que todos sus movimientos estaban muy calculados, ya que era capaz de convencer con palabras bonitas a cualquier NPC para que le diese lo que quería.

- Gracias. Hemos afrontado un peligroso viaje desde tierras lejanas hasta por fin poner nuestros cansados pies en este maravilloso paraje. Pero al ver tal inimaginable esplendor, nuestra fatiga prácticamente ha desaparecido. ¿Esto es Lavias?

- ¡Así es! La ciudad de los nobles y dignos Avianos. ¡Solo aquí hay un sol tan brillante y un aire tan fresco! – el pájaro de barba blanca gesticulaba con orgullo y meneaba las alas. Hasta las plumas temblaban por la excitación al oír las alabanzas.

- En efecto es aquí más puro el aire e impresionante la luz del sol. Sin duda las nubes al pasar serán de una belleza sin par. Pero, ¿cuáles son las especialidades de Lavias? – Weed se lanzó a por la oportunidad de conocer las especialidades de la ciudad. Si había objetos exclusivos, podía hacer un buen dinero comprándolos en cantidad para revenderlos en el Reino de Rosenheim.

- Aún no nos conocemos lo bastante como para que me hagas una pregunta tan impertinente. Antes tienes que conocerme mejor. Ayudaría si me pudieses traer un plato delicioso. De hecho, eso me agradaría bastante.

El pájaro con barba batió las alas y se alejó de ellos volando.

Weed intentó perseguirle, pero enseguida se rindió y volvió con los demás.

- Bien, separémonos, y vayamos a explorar la ciudad.

Si los 5 iban juntos, les habría llevado demasiado tiempo. Por eso decidieron separarse y cubrir más terreno.

- La ciudad parece una zona segura sin zonas hostiles.

- Aún así, Lavias parece demasiado grande como para explorarla yendo solos. Nos volveremos a reunir aquí en dos horas.

- Si se cruzan con una buena misión mientras exploran, vuelvan aquí antes de hacer nada, y compártanla con los demás. Decidiremos entre todos cual es la mejor. Ahora, empecemos.

- Bien, entendido.

Y así se separaron para explorar la ciudad.

De entrada, Weed se dirigió hacia el animado centro de la ciudad para ver si había alguna tienda.

Los comerciantes anadeaban como patos por la calle, presentando sus ofertas a los demás transeúntes.

Como el nombre sugería, los residentes de la Ciudad Aviana tenían rasgos propios de los pájaros, y aunque lo común eran torsos redondeados y piernas cortas, las cabezas iban desde las de búho hasta las de halcón.

Y pensar que existe una ciudad como esta, increíble, pensó Weed.

Abrir un local de pollo asado en esta ciudad sería claramente un mal movimiento, ya que los habitantes podrían confundirlo con un acto de canibalismo.

A diferencia de las ciudades humanas, no había carruajes, ya que los propios pájaros eran lo bastante grandes como para transportar a los caballos. Si los caminos estaban bloqueados, bastaba con extender las alas y seguir el camino volando.

Por todas las miradas que estaba recibiendo, Weed se sentía como un mono en un zoológico a medida que avanzaba entre los avianos.

Entró en una armería.

- Buenos días.

- ¡Un viajero humano! ¿Hay algo que necesites?

- Muchas cosas. Pero no estoy familiarizado con los objetos en exposición, por lo que me gustaría observarlos más de cerca.

- Puedes hacer como gustes.

Weed estudió algunos de los objetos.



Pico de Acero de Baravo.
Durabilidad: 90/90
Daño: 23
Mejoras:
Permite coger comida que mejora los atributos.
Su longitud permite alcanzar gusanos más enterrados.

Precio: 100 monedas de oro.


Weed suspiró, y pasó su atención a otro objeto.

Horquilla de Plata de Saigon
Durabilidad: 30/30
Daño: 17~19

Parte de un conjunto.
Baja durabilidad al ser de plata.

Útil para arrancarle la cabeza a los no muertos en pleno vuelo.Precio70 monedas de oro.



Plumas de la Diosa
Durabilidad: 15/15
Efectos extra: Encantamiento.

La pluma brillante y multicolor disminuye el ataque de los enemigos.
Tan ligera que no puedes sentirla. Permite un planeo sin igual, y es ideal para evitar una caída.Restricciones

¡Solo hembras!
Precio45 monedas de oro.


Los objetos iban desde horquillas y telescopios a unas peculiares armas cónicas huecas afiladas en la punta. Esas parecían ser las armas propias de los Avianos.

- ¿Tienes algún arma apropiada para un humano? – preguntó al vendedor, que era muy parecido a un tejón.

- ¡Claro que sí! Un momento. Como los clientes humanos no son habituales, tuve que guardarlas en el almacén.

Mientras esperaba, Weed sintió unas intensas miradas desde el exterior.

Uno tras otros, los avianos de la calle se paraban en seco a observar a Weed como si fuese un mono en un zoológico.

- Al parecer es un humano…

- Qué raro, debe ser difícil comer con ese pico plano.

- Y mira, tampoco tiene plumas. Debe helarse en invierno, el pobre.

Ningún pájaro disfrutaba del frío. Desde su punto de vista, Weed parecía propenso a morir ante la primera señal de frío.

Un aviano en Rosenheim, o en cualquier ciudad del continente, atraería las mismas miradas de los transeúntes. Pero en Lavias, la Ciudad de los Avianos, el humano Weed era el espectáculo.

- Aquí está lo que has pedido.

El vendedor sacó una armadura, un escudo, 2 martillos y 5 hojas. Weed no podía usar el escudo, por lo que fue de inmediato hacia las espadas y la armadura. Después de todo, solo tenía 70 monedas de oro tras vender el botín obtenido de los hombres-lagarto.



Espada de Arcilla
Durabilidad: 90/90
Daño: 23~25

Espada mágica imbuida con el espíritu del hielo.
Causa de 2 a 5 puntos de daño adicional por hielo a enemigos con armadura, y puede ralentizarlos.Requisitos

Nivel 60
200 Fue.
Mejoras
2~5 puntos adicionales de daño por frío.
Precio 188 monedas de oro.


Espada del Espectro Crepuscular
Durabilidad 200/200
Daño 14

¡Objeto maldito!
Obra del enano Theodore. Forjada con el acero extraído del Bosque de la Muerte.

Disminuye la Vitalidad, y tiene una pequeña posibilidad de causar daño triple al hacer un ataque crítico.Requisitos

Nivel 70
250 Fue.
Mejoras
Pequeña posibilidad de causar un ataque mortal.
Precio 160 monedas de oro.


En ese momento Weed dejó de mirar, y sacudió la cabeza.

Los precios eran ridículamente altos, pero al ser una ciudad de Avianos, tampoco era raro. Aunque las espadas eran objetos claramente poco habituales, en la Ciudadela de Serabourg solo alcanzarían la mitad de esos precios.

- Ahora mismo no tengo tanto oro, así que no compraré nada.

- Entonces, ven cuando lo tengas, aunque tal vez para entonces ya esté vendido, así que será mejor que te des prisa en reunirlo – dijo el vendedor, con tono decepcionado. Los miembros del equipo eran los únicos humanos allí.

Weed abandonó la tienda y se dirigió lentamente hacia el lado este de la ciudad.

Más allá de la periferia de la ciudad se extendía un campo infinito, con zonas vacías aquí y allá.

*CHRIP* *CHRIIIIP* *TUIIIIT*

Unos lindos niños avianos estaban cantando, en lo alto de una cuerda de tender. Entre ellos, los polluelos amarillos eran los más adorables.

- ¿Qué tal? – les preguntó, acercándose a ellos. Pero se rieron sin responderle.

- Buenos días – Weed saludaba a todos los avianos con los que se cruzaba.

Uno de ellos, que había estado delante de la armería, le preguntó excitado:

- Eres un nuevo viajero. ¿Eres parte del poderoso grupo de la tierra firme?

- Aún no soy fuerte. Aunque amo la paz y admiro el cielo, también respeto las Artes Militares. Ya que la fuerza es imprescindible para mantener la paz.

- Yo pienso igual. Tengo una misión que tal vez puedas cumplir. La verdad es que Lavias no es tan pacífica como puede parecer. Esta es una tierra antigua, y en su interior yace el mal, reuniendo poder para acabar con todos. ¿Quisieras ayudarme?

*DING*

Los No-Muertos de Lavias

Los no-muertos vagan en las profundidades de la Ciudad del Cielo. Los avianos no duermen por los gemidos nocturnos de los no-muertos.
Mata al menos 30 Soldados esqueletos en el Pasaje Subterráneo.Nivel de DificultadDRequisitos

Fallar disminuirá la amistad con los Cuervos.
RecompensaDesconocida.


Weed y el resto habían esperado que la ciudad no fuese más que una simple ciudad sin descubrir, y solo esperaban comprar o ganar objetos inusuales en el continente.

Habían asumido que lo más que podrían iniciar sería una misión que cumplir en el Reino de Rosenheim.

Pero para su sorpresa, había zonas de caza en la Ciudad del Cielo. Por no mencionar que eran de los poco habituales no-muertos. Se sabía que los soldados esqueleto rondaban por el nivel 80.

Weed se lo planteó un momento, y sacudió la cabeza.

- Entiendo que es mi misión acabar con los no-muertos, pero estoy aquí con unos compañeros. Volveré en cuanto lo consulte con ellos.

Weed continuó reconociendo el sitio, y hablando con los avianos con los que se cruzaba.

En algunos casos, era la primera vez que veían un viajero humano, por lo que le solicitaban ciertas misiones. La mayoría estaban relacionadas con los no-muertos.

A través de las diversas conversaciones, Weed reunió información sobre los subterráneos de Lavias y como llegar a ellos. Pero el sitio era prácticamente zona de guerra. La mayoría de sus habitantes eran esqueletos, así como Caballeros de la Muerte, Guardianes Demoníacos, Dullahans, Lichs, Espectros y Sombras.

Los dullahans eran unos no muertos poderosos e insistentes, que levaban en los brazos sus propias cabezas. No solo tenían un nivel 140, eran rápidos y muy buenos con sus armas, por lo que eran bastante difíciles de derrotar.

Los lichs se especializaban en magia negra y por su alta Inteligencia, eran famosos por huir de la batalla en cuanto se veían en peligro.

Y por último, los Caballeros de la Muerte, los portadores de la muerte. Eran jinetes como los Espectros del Anillo de El Señor de los Anillos. ¡Eran materia de pesadillas! En términos de nivel, estaban casi en el 200.

Al pensar que unos no-muertos tan poderosos vivían bajo tierra hizo que se le acelerase el corazón. Que maravillosos XPs.

Mientras vagaba por la ciudad, descubrió un cartel, en el que ponía, en grandes letras, “Entrenamiento de Nivel Principiante”. Weed entró como si algún tipo de fuerza mística le hubiese atraído.

- Buenas. Ya veo que eres un humano – le saludó el instructor, que era idéntico a un gallo. Su pelo, parecido a una cresta, era de lo más llamativo.

- Estaba pasando por esta calle, y deseé entrar a mostrar mis respetos. Soy uno de los que han terminado el Entrenamiento de Nivel Básico en el Reino de Rosenheim.

Todos los instructores de los Centros de Entrenamiento respetaban a quienes seguían las artes militares y despreciaban el mal. Y completar un entrenamiento, además, daba cierta reputación. Weed había entrado con la esperanza de entenderse rápidamente con el instructor y obtener información útil. Pero la reacción que recibió fue muy diferente a la que se había esperado.

- ¿Pff? – el instructor aviano contuvo una risa. En sus ojos se veía que se estaba riendo, a pesar de que su pico no se había movido – No puede ser. Es difícil de creer que hayas completado el Entrenamiento de Principiantes. No das esa impresión.

- ¿Eh? Pero lo completé. En la Ciudadela de Serabourg.

- Allí solo tienen el Básico.

Los ojos de Weed se iluminaron con ambición.

¡Centro de Entrenamiento Básico! ¡Luego esta es la siguiente fase!

- ¿Puedo probar este centro una vez?

- Supongo. Todo el que haya completado el Entrenamiento Básico puede intentarlo. Pero es diferente a lo que conoces. Es bastante peligroso, así que es mejor que no te arriesgues demasiado.

- Quiero intentarlo.

- ¿Te refieres al Entrenamiento?

- Eso he dicho.

- Tu espíritu es admirable. Muy bien, ven conmigo.

Weed siguió al instructor, que le guió hasta una estructura en la parte de atrás del centro. La entrada era un pico abierto completamente oscuro, que daba paso a un corredor oscuro.

- Lo único que tienes que hacer es atravesar este corredor y salir sano y salvo por el lado opuesto. Simple, ¿no? Pero las habilidades de combate no estarán activas. Y, un consejo, nada de luces, eso lo haría demasiado fácil… no, demasiado conveniente.

- Entendido – su respuesta fue corta. Con largos pasos, entró al corredor.

Al principio estaba tranquilo, pero según avanzaba, su resolución disminuía.

Empezó a usar manos y pies para reconocer el camino. No sabía qué podía surgir del tan tranquilo corredor. En ese momento…

*ZING*

Weed recogió la cabeza por instinto bajo una serie de ataques. Algunos pelos cayeron, y se dio cuenta de que ya había terminado.

¿Un ataque? Genial. Su cuerpo se había movido solo en cuanto lo notó.

Ya había sacado su espada y atacado al frente. Aunque no veía, podía sentir cómo se le acercaba algo.

*CLANG* La espada de hierro chocó con algo metálico. A juzgar por el impacto, el golpe no había sido detenido por un escudo ni desviado. El cuerpo del enemigo parecía duro como la piedra.

¡Por la derecha! Weed presintió el nuevo ataque. Ahora estaba convencido de que el siguiente también vendría por esa dirección. Como no podía ver, no tenía más remedio que confiar en sus otros sentidos. Weed confiaba en su instinto.

En ese momento su espada se movió como si tuviese voluntad propia. Rechazó sin problemas un ataque surgido de la nada. Alguien que no tuviese una verdadera experiencia con una espada nunca podría hacer algo así.

¡Diez, tal vez más! Pensó.

Los incesantes ataques no le daban un respiro.

- ¡Iai! – lanzó su grito de batalla, lanzándose por los aires. Mientras rodaba, sujetó la espada con fuerza hacia su lado, lanzando un tajo a los tobillos. Saltaron chispas cuando su espada raspó algo de hierro. En ese instante la zona se iluminó brevemente.

Había docenas de bárbaros recubiertos de hierro. Llevaban espadas, porras, martillos, hachas, mazas y demás.

Un escalofrío le subió por la columna, a la vez que su voluntad se apagaba como una vela en una tormenta. Pero los ataques de los Bárbaros de Acero no habían terminado.

Pudo rechazar muchos ataques, pero en el corredor sin luz era imposible pararlos todos. Un golpe le alcanzó en la espalda, lanzándole al suelo. Los Bárbaros se le echaron encima desde todas las direcciones.

* * * * *

- Fallaste – al oír la voz del instructor, Weed se incorporó lentamente. Tenía todo el cuerpo dolorido.

¿Dónde estoy? Miró alrededor, y reconoció la entrada del Centro de Entrenamiento. El instructor debía haberle cargado. Su salud estaba disminuida hasta los 30 puntos; hasta una palmada podría matarle. Por suerte no estaba sangrando, por lo que sus PV no seguían disminuyendo.

- Esto es lo que pasa cuando quien no tiene la habilidad suficiente desafía este sitio. Esta vez te he salvado, pero a la próxima, morirás.

Weed sacudió la cabeza para reunir su coraje.

- ¿Necesito un mayor nivel para tener éxito?

- No es eso. Los Hombres Infinitos de Hierro se ajustan al nivel del aspirante.

- Eso significa que mis habilidades reales no están a la altura.

- Eso parece.

- ¿Cuánto hace desde que entré?

- Unas cuatro horas.

- Mis compañeros me estarán esperando. Volveré – Weed salió del edificio y se dirigió al punto de encuentro.

* * * * *

¡Weed iba corriendo! En el punto de encuentro encontró a los demás, que estaban excitados.

- Perdonen por el retraso…

- ¡Weed-nim! – gritó Surka, corriendo hacia él - ¡Hemos dado con una gran misión!

- Estábamos esperando que volvieses, para decidir si la cogemos o no.

Mientras Weed había estado ausente, los demás habían examinado la ciudad meticulosamente para reunir información.

En primer lugar, como volver a bajar. Las plumas de la Ligereza, vendidas en la tienda, permitían una caída ralentizada. Usarla para saltar desde Lavias podía ser excitante para Weed, pero terrorífico para la acrofobia de Surka.

Después, la un tanto decepcionante noticia de que no eran los primeros en descubrir la ciudad. Lo habían esperado hasta cierto punto, ya que su fama no había aumentado cuando pusieron el pie en la ciudad por primera vez.

Lo siguiente eran las misiones.

Irene había encontrado una de acabar con 20 Caballeros Esqueleto. La recompensa era un anillo que aumentaba la regeneración de maná en un 10%.

Los Caballeros Esqueleto eran oponentes duros con niveles sobre 100. Pero la recompensa les atraía. Después de todo, un anillo que aumentase la regeneración de maná era inusual. ¡Su valor en cualquiera de las ciudades del continente sería altísimo!

- ¿Pero donde es este sitio? – preguntó Weed, también encantado con la recompensa.

Y así, aceptaron la misión de acabar con los Caballeros Esqueleto.

* * * * *

En cuanto el grupo entró en el pasadizo subterráneo, un mensaje saltó delante de ellos. El grupo se quedó paralizado.

Mazmorra: Son los primeros jugadores en entrar a
El Auditorio de Memphis
Recompensas:
Fama +100
Cada día, por una semana, doble XPs y posibilidad de botín.

Al matar al primer enemigo en la mazmorra, este soltará su mejor objeto.

- ¡Si!

- ¡Somos los primeros exploradores!

Exclamaron, emocionadas, Surka y Romuna.

Pale también tenía una gran sonrisa. Valía la pena entrar en un terreno de caza con doble experiencia, por muy peligroso que fuese. Sería un desperdicio irse y perder todos esos XP en potencia.

Tal vez otros hayan llegado antes a Lavias, pero no vinieron por aquí. No, quizás no lo descubrieron. No nos ilusionemos demasiado. Weed intentaba mantener la calma, pero estaba visiblemente excitado.

- Por el momento, vamos a tomarnos nuestro tiempo examinando el lugar. Nuestra primera misión es derrotar a los Caballeros esqueleto, pero para saber si podremos hacerlo, tendremos que cazar todo lo que nos crucemos. Irene-nim.

- ¡Si!

- Por favor, cuida de nosotros, especialmente con las curaciones.

- Claro, y ya que este sitio está infestado de no-muertos, también usaré mis bendiciones.

Las Bendiciones de los sacerdotes y la Mano Sanadora eran mortales para los no-muertos. Las Bendiciones aumentaban el daño en un 50% dependiendo del enemigo, y causaba un daño adicional a los oponentes no-muertos.

- Vamos.

Todos los miembros del equipo recibieron una bendición, aumentando la Fuerza y la Vitalidad. Y las defensivas se concentraron en Weed y Surka. Cuando todos estuvieron listos, empezaron a avanzar.

- ¿Hu… mano? ¿Vivo? – 4 ó 5 esqueletos se habían reunido cerca de la entrada del corredor subterráneo.

El pequeño y variado grupo de no-muertos contenía 2 magos, un soldado y un arquero esqueleto.

- Hu…manos – las cuencas vacías del esqueleto brillaron. Un aura roja asesina que se intensificó en cuanto se lanzaron hacia el grupo de humanos, con los huesos traqueteando a ritmo con sus movimientos.

- Prepárense.

*CLANG*

Weed fue el primero en reaccionar, adelantándose para detener la espada del soldado esqueleto. En vez de un simple bloqueo, Weed desvió el ataque hacia un lado y lanzó un contraataque.

No era una de las habilidades del juego. Weed había realizado el complejo movimiento moviendo hábilmente la muñeca.

- ¡Triple!

*CROCK* *TAC* *CRACK*

Lanzó 3 ataques casi simultáneos. De por sí, Triple era una habilidad difícil de ver con los ojos desnudos. ¡Primero atacaba hacia delante, seguido por un corte diagonal y cuando la espada se retiraba aprovechaba la inercia del cuerpo para lanzar un nuevo corte sin detenerse! La maestría en la habilidad daba, además la posibilidad de añadir ataques adicionales, pero incluso entonces, seguiría llamándose Triple, ya que el nombre había surgido de los tres ataques originales de la habilidad.

En medio del intenso cuerpo a cuerpo, Weed utilizó la habilidad sin gritar su nombre.

Incluso una fracción de segundo podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Especialmente si podías utilizarla para atacar la debilidad del enemigo.

Si por cualquier razón los 3 ataques eran bloqueados, había la posibilidad de un 4º ataque. Y si ese también era rechazado, una pequeña posibilidad de un impresionante 5º corte con la espada.

Triple, originalmente, estaba hecho para usar 3 rápidos ataques, que usaban las debilidades del enemigo para lanzar un ataque con éxito. Además, Weed podía manejar su espada con sus habilidades innatas para crear huecos en la defensa del oponente. Como era de esperar, las costillas del soldado esqueleto se desmenuzaron bajo la presión del asalto sin cuartel de Weed.

Solo él podía pensar en usar un método tan extremo y cruel para matar a sus rivales.

En ese momento, los magos esqueleto de la retaguardia empezaron a recitar unos hechizos dirigidos hacia Weed. Pero Romuna lanzó su hechizo primero.

- ¡Golpe de fuego!

Gracias a su alto dominio en la habilidad, 6 bolas de fuego salieron despedidas en sucesión hacia los invocadores enemigos. Con eso logró interrumpir, y cancelar, los hechizos que habían estado a punto de lanzar.

- ¡Ya eres mío! – Pale estaba concentrado en el solitario arquero esqueleto. Los dos estaban disparándose flechas sin para el uno al otro - ¡Chúpate esto! ¡Flecha Bendita! – disparó una flecha con un cegador destello de luz.

Por su naturaleza, los no-muertos odiaban la luz, y los esqueletos eran particularmente débiles ante ese elemento. Pero los no-muertos de más alto nivel podían caminar a plena luz del día sin ningún problema.

Las flechas de Pale se clavaron en el esqueleto, y empezaron a brillar con fuerza.

Mientras, Surka lanzaba puñetazos a los magos esqueleto desde cerca, con el apoyo de Romuna. Como era la primera vez que luchaban con un enemigo tan formidable, estaban luchando poniendo sus vidas en juego.

Weed solo tenía que encargarse del soldado esqueleto.

- Muereeeee… – los huesos del esqueleto resonaron cuando saltó y ejecutó un golpe poderoso en la caída. Aunque su espada estaba llena de mellas y grietas, la fuerza tras el golpe era difícil de ignorar.

Aún así, sus movimientos son demasiado obvios. Weed activó una habilidad.

- ¡Puñalada!

Cuando la espada del esqueleto alcanzó su objetivo, solo quedaba el reflejo de Weed. Él, que ya estaba tras su enemigo, lanzó un tajo al cuello del esqueleto.


¡Has causado un daño crítico!


¡Un Ataque Crítico! Para conseguir uno había que ser preciso hasta las milésimas de segundo.

Intentar hacer uno tenía sus riesgos, por lo que tener éxito era aún más satisfactorio.

Tras sufrir el daño de Triple y Puñalada, los huesos del esqueleto cayeron al suelo en un montón sin vida.

- ¡Weed-nim, aquí! – gritó Surka, con voz cansada.

La lucha contra los dos magos era demasiado dura para ella, y estaba cediendo terreno poco a poco.

Como monje, tenía una alta Agilidad, por lo que sus movimientos debían haber sido bastante rápidos. Pero en ese momento no lo eran.


Fuerza disminuida.

Velocidad disminuida.


Ambos efectos procedían de las heridas envenenadas y maldiciones que le habían dejado sangrando sin cesar. Las maldiciones hacían que estuviese rodeada por un humo oscuro. Las maldiciones eran más fuertes y rápidas que los Hechizos de Limpieza de Irene.

- … – Weed se lanzó al rescate de inmediato - ¡Hoja del Escultor!

Cada vez que reunía el maná necesario utilizaba la habilidad Hoja del Escultor, y un Mago esqueleto desaparecía en un destello gris. Morían rápido, porque Romuna ya los había bombardeado con magia hasta que se le había acabado el maná. El arquero restante fue eliminado rápidamente por una buena combinación de Pale y Romuna, quien acababa de recuperar algo de maná.

- ¡Guau! ¡Hemos ganado! – gritó Surka en cuanto terminó la batalla.

- Y hasta nuestros niveles han subido – respondió Pale, sonriendo.

Los esqueletos de nivel 80 que les llevaban más de 15 niveles, más los XPs doblados, suponía una impresionante cantidad de XPs para cada uno. Con un simple grupo de enemigos, ya estaban a punto de subir de nivel.

Como Romuna e Irene terminaron de gastar su maná eliminando las maldiciones, ambas se pusieron a Meditar para recuperarlo más rápidamente.

La Meditación duplicaba la velocidad de recuperación de maná. Por desgracia, era una habilidad exclusiva de magos y clérigos, por lo que Weed no podía aprenderla.

- ¿A ver qué hemos obtenido?

Normalmente hubiesen cogido lo que quisieran, pero esta vez la batalla había estado muy justa. Por lo que todos se reunieron alrededor del botín.

Guantes Gastados Manchados de Sangre
Durabilidad: 7/40
Defensa: 6
Objeto lleno del odio y los deseos de los muertos. Aunque hacen más fuerte al portador, es mejor evitarlos.
Mejoras :
+20 Fue
+10% Poder de Ataque.
-200 PV
Requisitos :
Nivel 50

100 Fue



Botas de los Fríos
Durabilidad: 9/50
Defensa: 5
Zapatos hechos para resistir el abrazo de la tierra. Al estar hechos con piel de búfalo de agua, son muy cómodos.
Mejoras:
+15% de Resistencia a la Magia de Hielo.
Requisitos

Nivel: 60


No estaban mal. Podían venderse, pero era mejor usarlos. Los guantes bajaban la salud, pero la defensa era lo bastante alta como para que valiese la pena el sacrificio.

Al haber descubierto la mazmorra, los botines se habían doblado, y aún tenían que identificar el mejor de ellos. El grupo se acercó a la espada del soldado esqueleto.



Espada de Arcilla
Durabilidad: 12/65
Daño: 23~25

Espada mágica imbuida con el espíritu del hielo.
Causa de 2 a 5 puntos de daño adicional por hielo a enemigos con armadura, y puede ralentizarlos.Requisitos

Nivel 60
200 Fue.
Mejoras
2~5 puntos adicionales de daño por frío.


La cara de Weed se transformó con una sonrisa.

¡Bingo!

Una espada de más de 100 monedas de oro en la tienda obtenida como botín. Por supuesto, comparada con la de la tienda tenía menos durabilidad. Además, la máxima durabilidad había caído por la falta de reparaciones.

- Esto es… – Pale se había quedado mirando el objeto.

Sintió como la avaricia le controlaba. Al fin y al cabo, era humano, ¿cómo no iba a sentirla? Pero Weed se adelantó lentamente al centro del grupo. Solo vestía un simple traje de cuero endurecido. Ni armadura, ni botas. Weed habló hacia Pale.

- El poder de ataque de ese bastardo era impresionante. De haber habido dos, podríamos haber tenido problemas.

- … – Pale se aguantó las ganas de llorar, y se hizo a un lado, permitiendo que Weed se quedase los 3 objetos. Si Weed, su escudo de carne, caía, ¿quién podría reemplazarle?

- Estos objetos deberían pertenecerle a Pale-nim… – dijo Weed con voz triste.

- …

- Pero como soy el que tiene que luchar cuerpo a cuerpo, sería buena idea ir bien equipado. Pero el próximo botín le pertenece a Surka-nim y a Pale-nim – era un clásico ejemplo del palo y la zanahoria.

Como Weed era quien más los aprovecharía, todos aceptaron su propuesta. Weed por fin iba a librarse de la espada de hierro que le había dado el instructor. De pronto, una voz sobresaltó al grupo.

- Humanos… los queridos soldados de los no-muertos… – un Caballero Esqueleto había aparecido de improviso.

Todo el mundo comete errores, pero este podía ser fatal. Hasta ahora, todos los enemigos que conocían solían quedarse en una zona fija. Pero los Caballeros esqueleto se movían con libertad por la mazmorra. Y sin haberlo sabido, el grupo había estado descansando despreocupadamente, cuando apareció repentinamente.

Un Caballero esqueleto, con sus espeluznantes ojos brillantes, y vistiendo una malla de escamas sobre los huesos, era un no-muerto con un nivel por encima de 100. Y esa formidable criatura estaba abalanzándose sobre el equipo.

- ¡Aaaah! – el esqueleto había atacado con un amplio movimiento de la espada y había cortado a Surka en la cadera. Por suerte no murió, pero perdió más de un tercio de sus PV.

- ¡Corran! – Weed se interpuso entre Surka y el caballero esqueleto, sujetando la espada de arcilla que acababa de conseguir. Su mente rápida era de gran ayuda en caso de crisis.

¡Un monstruo con un nivel superior a 100! Sus rodillas empezaron a temblar, pero no por miedo al enemigo (los 30 niveles de diferencia aún eran una lucha justa). Le preocupaba la lamentable durabilidad de la espada de arcilla. Si se rompía durante la lucha… Por desgracia, nadie podía cambiar armas con un enemigo a la vista.

Por favor, Dios…

- ¡Cuidado, Weed-nim!

- ¡Romuna, Irene, despierten! ¡Ha aparecido un Caballero Esqueleto!

Los miembros del equipo se prepararon rápidamente para el combate. Pero eso dio al Caballero esqueleto tiempo para lanzar el primer ataque: ¡una poderosa carga seguida por otro ataque! Por primera vez, Weed sintió que la frágil espada era necesaria.

¡No puedo perder esta espada!

Ya era muy tarde para huir, pero Weed confiaba en su movilidad y defensa. Más que bloquear, intentó esquivar. Una pequeña herida era inevitable, pero creía que era un buen sacrificio para proteger su hueso… y con el hueso, se refería a la espada.

Espera… ¿llegué a reparar los guantes y las botas?

¡Mierda!

La durabilidad de ambos objetos estaba casi terminada.

Una espada como la espada de arcilla no perdería mucha durabilidad sin un contacto físico, pero el resto del equipo, como guantes y botas, la perdían si el portador recibía un ataque. La durabilidad era un atributo extraño: si estaba casi llena, caía lentamente, pero si era baja, un simple ataque podría romper el objeto completamente.

Por qué me tienen que pasar estas cosas… Weed rodó por el suelo.

*CLANK* La espada del esqueleto impactó a su lado, fallando por poco.

Esos movimientos a veces aparecían en las novelas de artes marciales. Este en concreto era rodar por el suelo para intentar evitar un ataque. ¿Y su orgullo? Algo como el orgullo no tenía lugar en esa situación.

La idea de que su nuevo equipo se rompiese era mucho más dolorosa. Mientras hacía tiempo, su equipo se terminó de preparar: Pale disparó flechas, e Irene lanzó Protecciones Divinas y Bendiciones. Romuna lanzó hechizos poderosos, sin dudar en empezar con los más fuertes que podía.

- ¡Campo de Fuego! – para alcanzar los rápidos movimientos del enemigo, usó un hechizo con AoE[ii].

*FLASH* Las llamas empezaron a surgir en el punto en que estaba el Caballero esqueleto. Weed y Surka rápidamente se alejaron de las llamas. En ese momento de respiro, Weed guardó los nuevos objetos y se equipó la espada de hierro. Hubiese preferido usar Reparar con ellos, pero la situación solo le había dado tiempo a desequiparlos.

- No creo que eso baste para acabar con él – dijo Romuna con certeza. El Campo de Fuego causaba un gran daño a un gran número de enemigos. Además de la habilidad de Weed, la mayor fuente de poder en el equipo era el Dominio del Fuego de Romuna.

De entre todas las habilidades que mejoraban el poder y el efecto de los hechizos de fuego, el Dominio del Fuego era la 8ª más efectiva. Aún así, ninguno creyó que bastase para acabar con el enemigo con un nivel superior a 100.

Pronto se disiparon las llamas, mostrando al Caballero esqueleto aún de pie donde había estado antes. Su espada estaba al rojo vivo, y había fuego en sus cuencas vacías y en las costillas, dando el aspecto de un Caballero Esqueleto de Fuego. Aunque había recibido bastante daño, seguía bastante vivo.

- Esos… humanos… – se volvió a lanzar al ataque. Weed se le enfrentó, esta vez con más seguridad. No tenía nada que perder, ahora que usaba la espada de hierro en vez de la de arcilla.

- ¡Hoja del Escultor! – su espada bailó con soltura cortando al Caballero Esqueleto. La magia de Romuna, los puños de Surka y las flechas de Pale también le alcanzaron unos tras otros.

- Grr… – el esqueleto aún resistía, y la lucha empezaba a volverse peligrosa. El maná de Weed aún no se había recuperado de la pelea anterior; no podía usar ninguna de sus habilidades de espada. Hasta ahora, había esquivado los ataques del Caballero esqueleto con sus ágiles movimientos, pero no había podido hacer ningún daño considerable. El resto del grupo estaba en una situación similar. Al haber gastado todo su maná, hacían lo que podían por sobrevivir. En un par de minutos, la situación empeoró incluso más.

- No me queda nada de maná. Me temo que no puedo seguir curando… Lo siento – las palabras de Irene hundieron la moral del grupo. Aunque Weed y Surka aún podían luchar, en cuanto muriesen, los otros serían blancos fáciles.

En ese caso… Weed se decidió a usar el movimiento más poderoso que tenía.

- ¡Espada Kaiser! – es la técnica final de las Técnicas Imperiales de la Espada sin Forma. Pero ese era el nombre que él le había dado. Quería ver si realmente se merecía el nombre de “Kaiser de las Espadas”.

La espada empezó a emitir hilillos de luz azul, que rodearon el cuerpo de Weed. Weed atrajo la atención del esqueleto, pero su interés estaba en la espada de hierro, que parecía haber crecido hasta llegar al cielo.

La espada comprimió el aire, reuniendo un poder explosivo. Aunque Weed se preparó para lanzar una puñalada, la mayoría de sus habilidades eran de corte. Las puñaladas, en cambio tenían sus propios defectos. Si fallabas una, era muy posible que recibieses un contraataque.

Pero se añadió un sutil balanceo a la hoja, cambiando ligeramente el equilibrio entre la cadera, las muñecas y los pies del usuario. Weed sabía cómo aprovechar esa diferencia para esquivar un ataque enemigo, y contrarrestarlo integrando ataque y defensa.

Así era como había podido luchar con monstruos más fuertes a pesar de su baja salud y defensa en comparación con otros jugadores. Si no hubiese sido por esa estrategia, habría tenido problemas incluso contra el soldado esqueleto.

Aunque estaba a uno o dos pies, Weed notaba como perdía energía y maná, que se acumulaban en la punta de su espada. La mandíbula del Caballero esqueleto se abrió, asombrado del poder que Weed estaba demostrando.

Listo. Ese breve vistazo del poder de la habilidad bastaba para satisfacer a Weed. Pero notó el impacto antes incluso de golpear al enemigo.

*BUM* Polvo y suciedad volaron por todas partes, junto con la ensordecedora explosión.

Cuando el polvo se asentó, reveló a Weed en el mismo sitio, herido.

¿Cómo es posible? Espada Kaiser era una habilidad monstruosa que usaba 2.000 de maná. Si no tenía bastante, pagaba la diferencia en PVs. Le había dejado con menos de 50 PV.

- ¿Dó-dónde está? Weed empezó a buscar al Caballero esqueleto.

La espada de hierro estaba clavada en su abdomen. Unas grietas empezaron a aparecer desde ese punto, hasta que todo su cuerpo se vino abajo. Poco después, el resto del equipo se le acercó.

- Lo que nos ha costado vencerle… – Surka bajó la cabeza, exhausta. Con todo lo que habían pasado para ganar, el bastardo solo había soltado un trozo de hierro, unas pocas monedas de plata y un único hueso. Aunque habían arriesgado sus vidas a menudo, esta era la primera vez que les había costado tanto vencer. Por no mencionar que habían empezado el combate en unas pésimas condiciones.

Igual que Weed, todos habían estado luchando casi sin maná. A partir de ese momento, Romuna usaba el hechizo Alarma mientras luchaban para ver si se acercaba un Caballero. Si estaban en buenas condiciones, luchaban con él, y si no era así, lo evitaban.

En otras mazmorras o cuevas, tal vez se hubiesen visto forzados a luchar en esas malas condiciones por la competición por matar enemigos. Pero, por suerte, el grupo eran los únicos jugadores en esta mazmorra.

Pero eso suponía un peligro, ¡había un sobre-exceso de monstruos!

Ese era el tipo de situaciones en las que Weed más disfrutaba.

En cuanto habían entrado en la mazmorra, la habilidad única de los Escultores de la Luz Lunar se había activado. A la luz del día, sus habilidades no estaban al máximo. En la noche, o en una mazmorra, su verdadero poder se manifestaba, aumentando sus habilidades en un 30%.

Además, Weed ya conocía el estilo de lucha de los Caballeros esqueleto gracias a su innata capacidad de combate. Los bastardos ya no eran tan amenazadores ahora que sabía cómo esquivar sus ataques. Ese conocimiento por si mismo ya reducía a la mitad el daño que recibía. Con el apoyo de Pale, Surka y Romuna, y las Bendiciones de Irene, los solitarios caballeros no podían hacer nada salvo entregar sus huesos, y desaparecer.

* * * * *

- Jajaja – Weed sonrió, viendo a un grupo de esqueletos. ¡No podía evitarlo, al ver tantos XPs y objetos en potencia!

- Jejeje

- Jaja

- Jajajaja

- Jujuju

Todo el equipo empezó a reír.

¡Y pensar que ver un grupo de esqueletos les haría felices! Las espadas de los soldados esqueleto, aunque no siempre eran espadas de arcilla, podían venderse a mejor precio que la espada de acero. Bastaba con repararlas para venderlas por un buen precio. Era un gran terreno de caza, ya que los botines incluían escudos, guantes, y a veces, hasta pectorales. Y como los botines estaban duplicados, no era extraño que el inventario de Weed se llenase enseguida. Los solitarios Caballeros esqueleto, a pesar de sus altos niveles, ya no les preocupaban. Pero los Caballeros de la Muerte, que a veces vagaban por donde estaban, era su mayor preocupación,

- Hu…manos. Huele a… humanos… por aquí…

Un Caballero de la Muerte, cubierto con una armadura gris, apareció montado a caballo. Weed y el resto, que habían estado matando esqueletos y recogiendo objetos apenas unos momentos antes, se escondían nerviosos tras una roca.

No importaba qué hiciesen, no podrían derrotar a un Caballero de la Muerte, con un nivel superior al 200. La diferencia de niveles era tan grande que aunque sus ataques impactasen serían considerados fallos.

En Royal Road, no solo los jugadores, sino que también los NPCs podían ganar niveles. Un Caballero de la Muerte que llegase a su 2º avance tenía habilidades impresionantes.

Este Caballero de la Muerte, llamado Royan, tenía energía oscura emanando de su yelmo. Los Caballeros de la Muerte eran enemigos con nombre, por lo que cada uno tenía su propio nombre.

- El… olor… humanos… Oh… Yo… no tengo nariz…

El Caballero de la Muerte Royan miró alrededor un poco más, y se alejó lentamente a buscar por otras zonas. Los pasos del caballo aún se siguieron oyendo un buen rato tras su marcha.

- Fiuuu…

- Se ha ido

Weed y el grupo suspiraron aliviados. Ante los Caballeros de la Muerte que aparecían esporádicamente lo único que podían hacer era esconderse sobrecogidos por el miedo.

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