jueves, 12 de octubre de 2017

LEL VOL2CAP3

VOLUMEN 2 CAPITULO 3

EL TESORO PERDIDO DEL TEMPLO

- Buena suerte Weed-nim

- Te recompensaré si haces que la estatua se me parezca.

Decidieron que mientras Weed se dedicaba a tallar la estatua, el resto del equipo iría por los alrededores, cazando monstruos con los demás jugadores.

Los pocos hombres-lagarto que sobrevivieron la masacre seguían acosando a los habitantes locales, y había otros lugares cerca con buena caza.

Weed ya se había descubierto como escultor, por lo que los demás supusieron que su misión estaba relacionada con su profesión, y nadie hizo preguntas.

- Buena suerte!

Cuando todos se fueron, Weed se quedó inmóvil en la plaza central de la aldea.

Había un buen número de soldados de Rosenheim y aldeanos rescatados.

Todos lo observaban con esperanza en sus ojos.

- Debería encontrar una buena roca – se dijo.

Sin lugar a dudas, la estatua debía ser hecha de piedra.

Weed estaba más acostumbrado a tallar madera, y esta iba a ser la primera vez que esculpía con piedra.

Por suerte, se podían encontrar muchas rocas cerca de la aldea para tallar lo que tenía en mente. Baran era, después de todo, un pequeño pueblo atrapado al pie de las montañas.

De entre las rocas finalmente se decidió por una tan grande que un adulto no podría rodearla con los brazos.

- Vamos.

Weed sacó un martillo y un cincel para tallar la roca.

Los había comprado en la tienda de esculturas de la Ciudadela de Serabourg por si acaso, pero nunca se hubiese esperado que llegara el momento de utilizarlos en este viaje.



Martillo y Cincel para Esculpir
Durabilidad: 10/10

Conjunto de objetos para tallar piedras. Relativamente baratos, están desafilados y se rompen fácilmente. Se recomienda un uso cuidadoso.

*CLANG* *CLANG* *CLANG*

- La única diferencia con el tallado de madera es el material. En la escultura todo depende de la imagen mental, sobre la forma que se quiere dar al objeto. Solo tengo que reproducir esa imagen. Con eso extraeré la mejor estatua, Mi estatua, fuera de esta piedra.

Weed manejaba la roca con cuidado. Dar forma a la piedra requería más tiempo y energía de lo que te podrías haber imaginado. Un golpecito en el lugar equivocado, y podía formarse una raja por toda la piedra. Una estatua debía tener una vida larga garantizada. Por su frente corrían gotas de sudor.

Al segundo día, la roca había sido muy poco recortada a comparación del primero, ya que Weed aun no había logrado imaginar la imagen de una diosa.

La diosa Freya es conocida por ser la más grande belleza. Ningún ser vivo había visto jamás su aspecto real. Por eso escultores y pintores se solían sentir desafiados cuando tenían que representarla.

Los artistas no tienen claro como representar a la diosa Freya para exponer toda su belleza.

Por esa razón, nunca ha aparecido con la misma imagen en ninguna de las muchas obras o pinturas en las que se le representa.

El asunto es un verdadero dolor de cabeza para los artistas. Pero al mismo tiempo, es algo que estimula el orgullo del artista.

Si 2 rivales pintan o tallan a la diosa, ¿qué ocurre si una de las representaciones es más hermosa que la otra?

Independientemente de la habilidad del artista, la diosa de la belleza solo es apreciada si es la más hermosa de todas, solo la obra en la que esté la representación más bella podrá ser reconocida al final.

- Belleza. Tengo que crear la imagen más bella de la Diosa Freya en todo el continente – era la única idea en la mente de Weed.

Por eso Romuna había bromeado con lo de que le gustaría que la usara como modelo.

*CLANG* *CLANG*

La velocidad con la que las herramientas trabajaban la piedra iba disminuyendo lo más que Weed se sumergía en sus pensamientos.

¿Cómo quién, y que forma le debería dar a la estatua? Sus pensamientos se convirtieron en un laberinto

Aunque su profesión actual no había sido elegida por él, fallar en una misión recibida iba contra su personalidad.

Si el trabajo terminaba siendo mediocre, dañaría su orgullo de escultor. Además, su fama desaparecería, lo que no podía ignorar.

- A quien debería usar, a quien… – en ese momento su mente se llenó con la imagen de alguien.

*CLANG* *CLANG* *CLANG*

El martillo y el cincel por fin empezaron a ganar velocidad.

La roca estaba siendo recortada, delineando la figura final de la estatua poco a poco.

A medida que los pedazos de roca iban cayendo al suelo, la estatua empezaba a ganar forma. La belleza se iba desvelando.

Un ángel había descendido del cielo, y aprende a sonreír.

Su sonrisa envolvía al mundo con luz.

Era una simple muchacha.

Seoyoon.

La estatua de Weed se basaba en Seoyoon. Solo había observado su cara durante la cena en la casa del instructor, pero nunca había visto ninguna belleza comparable.

Ni una estrella de cine podría rivalizar con ella, que combinaba misterio y un aire noble de dignidad. Pero tenía un defecto obvio.

Nunca sonreía, y su cara estaba vacía de emoción.

Pero la estatua sonreía con serenidad.

Una dama con un traje de viaje y sosteniendo una espada en la mano.

Para su vergüenza, Weed estaba encantado por la estatua que él mismo estaba creando. Al principio había pensado limitarse en imitar la bonita cara de Seoyoon, pero a medida que pasaban las horas, sintió como su corazón se aceleraba cada vez que miraba la sonrisa de la estatua.

La estatua que tenía un misterioso encanto capaz de cautivar a todo el que la miraba estaba en camino a completarse.

- ¡Oh, vaya!

- ¡Mira eso!

Aunque apenas estaba diseñada la imagen general, los soldados de Rosenheim no podían apartar la mirada.

Hasta los aldeanos se reunieron a su alrededor, dejando a un lado los trabajos de reconstrucción, para apreciar el trabajo de Weed con la estatua.

* * * * *


La Estatua de la Diosa Freya.

Freya, diosa de la belleza y la prosperidad es la diosa patrona del pueblo de Baran. Su estatua estaba en la plaza central, pero se rompió cuando una inundación hizo que un pino le cayera encima.
Ghandilva, el Mayor de Baran se lamenta por la destrucción de la estatua, y te ha solicitado que localices y traigas una de repuesto.

Una jugadora entró al pueblo de Baran. Llevaba unas ropas de viaje, pero mantenía el rostro oculto con una tela.

Seoyoon.

Ya se había librado de la marca de Homicida de su frente al acabar con un gran número de monstruos, y ningún otro jugador. Su nombre ya no se mostraba en rojo.

Ahora hay más gente. Es incómodo. Solo quiero luchar.

Seoyoon avanzó lentamente hacia la casa de Ghandilva para completar su misión. En la mochila encantada, que podía almacenar 10 veces el peso y el volumen de su capacidad original, llevaba una estatua de la Diosa Freya.

La casa de Ghandilva, en la que no había estado desde hace meses, había sido completamente destruida por los hombres-lagarto.

En el momento en que abrió la puerta…

- Eres muy bueno. La diosa es realmente hermosa.

- Me halaga, señor. La estatua aún está a medio hacer.

Seoyoon podía oír gente hablando en el interior.

- No puedo expresar cuánto se lo agradezco, Weed-nim. Cuando la estatua de la diosa esté completa, mi aldea volverá a los tiempos de paz. Nunca podremos olvidar tu amabilidad. Por favor, toma lo que quieras.

*ÑAM* *ÑAM*

Ahora podía oír cómo alguien devoraba su comida.

Había halagado al instructor del Centro de Entrenamiento, y ahora estaba usando el mismo formidable truco con Ghandilva, el anciano del Poblado Baran.

- …

Seoyoon retiró la mano del pomo de la puerta.


* * * * *


Dos meses antes, Seoyoon había ido al sur tras dejar la casa del instructor.

Había vagado por zonas subdesarrolladas y pueblos casi deshabitados, luchando contra monstruos por donde quiera que fuera.

No le importaba el lugar, en tanto que hubiera muchos monstruos para luchar. Batalla tras batalla sin parar.

Seoyoon podía olvidarse de todo lo demás cuando estaba luchando. De esa forma, llegó al pueblo de Baran.

En esa época el pueblo había sido un lugar pacifico, mucho antes de la invasión de los hombres-lagarto y su captura.

- Vaya, ¿qué debería hacer ahora?

Seoyoon había ido al pueblo a comprar comida y vender todos los botines que había acumulado, cuando oyó accidentalmente el lamento de Ghandilva.

El anciano se había estado lamentando la destrucción de la estatua en donde antes estaba exhibida, y al ver a Seoyoon que estaba pasando a su lado, le había pedido un favor.

- Pareces la persona indicada para buscar un reemplazo para la destruida estatua de la Diosa Freya para mi aldea. ¿Podrías concederle este último deseo a un hombre al que le queda poco para morir?

Siempre en silencio, Seoyoon no podía aceptar la mayoría de las misiones disponibles para los demás. No había podido formar amistades con los NPCs, y aún menos con otros jugadores, y estaba casi ciega a la información de en el fondo.

Lo único que podía hacer en cualquier ciudad era vender los objetos que había acumulado y comprar los que necesitaba.

Inclino su cabeza en afirmación al dolorido Ghandilva, y aceptando la misión.

La forma correcta de acabarla habría sido ir de vuelta a la Ciudadela de Serabourg, comprar allí cualquier estatua de una mujer y traerla de vuelta. Pero ella se había decidido encontrar una estatua auténtica.

Su destino había sido la Orden de la Diosa Freya.

Atravesando el Reino de Brent al norte, y cruzando el bosque de Halkos al suroeste estaba la Ciudad Libre de Somren. Y allí se ubicada la Orden de la Diosa Freya.

Sería un largo viaje de 3 meses por el camino oficial, pero podía hacerlo en un mes si cruzaba las Montañas del Ladrido al Oeste.

Los viajeros en su sano juicio evitaban esa ruta porque tendrían que enfrentarse a un absurdo número de monstruos.

Seoyoon se había abierto paso a través de la montaña con la espada.

A través de incontables montañas de cadáveres de monstruos, había llegado a la Orden, donde compro una estatua de la Diosa, que hasta había recibido las bendiciones del Arzobispo Mandolin.

Para comprarla se había gastado casi todo su oro.


* * * * *

- …

Seoyoon le dio la espalda a la casa de Ghandilva. De camino a la entrada de la población pasó por la plaza central.

Allí había una estatua que no había visto nunca antes.

Una estatua a medio completar de la Diosa Freya.

- ¿No es en verdad la más hermosa de las diosas, viajera? – le preguntó una muchacha, con la mirada fija en la estatua – Weed, un heroico salvador de nuestra aldea está tallando la estatua de la Diosa. Cuando esté terminada, la aldea volverá a verse libre de monstruos y la paz volverá una vez más. No puedo ni pensar qué habría sido de nosotros de no haber contado con su ayuda…

Seoyoon miró la estatua de Weed. Estaba incompleta. Pero aún así era hermosa. Era deslumbrante.

La estatua de Freya radiaba un esplendor que relajaba al observador. Mostraba una sonrisa benevolente y reconfortante.

Sentía cómo la sonrisa hacía del mundo un sitio más brillante, y positivo.

La otra estatua de la Diosa Freya que había comprado era una obra maestra que había estado guardada en la Orden… Era de un gran valor estético, y emanaba un aura de piedad.

Pero ahora, mientras miraba la estatua tallada por Weed, le pareció insignificante, como el destello de una luciérnaga frente al sol naciente.

- …

Seoyoon observó la estatua un rato, y abandonó el Poblado Baran en silencio… sin llegar a darse cuenta de que Weed la había usado como referencia para la estatua.

* * * * *

*BRRR*

Aunque no temía nada en el mundo, Weed notó como los dedos le temblaban en ese momento. Se había entregado más de 10 días en ese trabajo.

Como las noticias de la creación de una nueva estatua de la Diosa se habían extendido, una legión de espectadores estaba en la plaza central del Poblado Baran.

Además de la fuerza de asalto y los soldados de Rosenheim, había gente de la cercana ciudad de Demeron. Con el último toque a los ojos, Weed terminó la estatua.

- ¡Que bella diosa!

- ¡La verdadera Diosa Freya ha descendido a nuestra aldea!

Exclamaron los aldeanos y los espectadores. El ambiente estaba cargado de charlas, y de las plegarias de los devotos que se habían arrodillado frente a la estatua.

En ese momento apareció una ventana de mensaje visible solo para él.


Obra Magnífica

¡Has completado La Estatua de la Diosa Freya!

El arte no solo es reconocido por el estilo y la habilidad de la obra en cuestión. Merece ser llamado gran arte si logra llegar a los corazones y despejar las mentes.
La Estatua de la Diosa Freya, de notable belleza, a pesar de un bajo Dominio de la Escultura, estará siempre a la vista del público.Valor Artístico150Efectos

Aumenta la velocidad de recuperación de PV y PM en un 15% durante 24 horas.
Estos efectos no se acumulan con los de otras estatuas.Obras magníficas creadas1


¡Una obra magnífica!

Un título que solo se concedía a obras de arte que eran reconocidas por los jugadores. Solo con un alto nivel de habilidad no se pueden crear obras Magníficas, Grandes ni Maestras en el Dominio de la Escultura,

Solo cuando un escultor se entregaba en cuerpo y alma en una obra que era apreciada por otros jugadores se merecía uno de los títulos anteriores.

En otras palabras, la Estatua de la Diosa Freya que acababa de completar era extraordinaria en todos los sentidos. Y como la estatua había alcanzado el título de obra magnífica, ofrecía opciones entre mejoras.

Aún estando en la fase básica del Dominio de la Escultura, Weed no estaba calificado para crear obras de arte con mejoras. Pero al incluir en el proceso el Cuchillo de Tallar de Zahab, su obra magnífica había adquirido un efecto adicional.

Un éxito que superaba todas sus expectativas.


Subes de Nivel: Dominio de la Artesanía [9]

Permite crear obras más delicadas y detalladas.



[+50 Fama] Tu Fama ha aumentado en 50 puntos.

[+15 Arte] Tu Arte ha aumentado en 15 puntos.

[+10 Agu] Tu Aguante ha aumentado en 15 puntos.

[+5 Vit] Tu Vitalidad ha aumentado en 5 puntos.



Como resultado de haber creado una obra magnífica, algunos de sus atributos mejoraron.

Su nivel en el Dominio de la Escultura por fin había llegado al 70% del nivel 9, a punto de pasar al nivel intermedio, y su fama también había subido considerablemente.

Aún así, se sentía como si le hubiesen timado.

- Mierda.

Una obra magnífica no sale en cualquier momento.

Su nivel de habilidad en el Dominio de la Escultura era 9, pero cuando estaba tallando la estatua era solo 8. Aunque con la ayuda del martillo y el Cuchillo de Tallar de Zahab, había podido aplicar un nivel de habilidad equivalente al del nivel intermedio siete.

Técnicamente, era prácticamente imposible crear una obra magnífica estando por debajo del nivel intermedio. Estaba consciente que, de no haber sido por la ayuda del Cuchillo de Tallar de Zahab, no hubiese podido crear una estatua de la diosa tan hermosa.

Su nivel de maestría en el Dominio de la Estatua era insuficiente.

Si hubiese alcanzado el nivel intermedio, o incluso el avanzado, antes de empezar a tallar la figura de la diosa, podría haber llegado a entrar en el panteón de las grandes obras, no muy lejos de las obras maestras.

Y en ese caso, habría recibido 5 aumentos en sus atributos, uno de los pocos privilegios reservados a los escultores.

Otros escultores, de los cuales hay muy pocos en el continente, sin contar a Weed el Legendario Escultor de la Luz Lunar, eran deficientes en habilidades de combate.

Se les negaba el acceso al lanzamiento de hechizos desde el principio, y tampoco era como si su Fuerza o su Defensa fuera más que mediocre.

La habilidad Artesanía les compensaba un poco por su bajo Poder de Ataque.

Ningún equipo en su sano juicio les permitiría unírseles, por lo que tenían que soportar un montón de baños de sangre por sí mismos.

Los escultores dependían en tener atributos más altos que la mayoría de jugadores en sus mismos niveles.

Aunque eso no significaba que un escultor pudiese avanzar su Dominio de la Escultura y crear obras magníficas cada vez que quisiera. Hasta un escultor con una gran reputación era incapaz de crear piezas magníficas o grandes obras a voluntad.

Una obra se consideraba magnífica solo cuando un escultor vierte su alma en la creación de una imagen con belleza absoluta.

Pon que tienes que sufrir durante 10 días tallando una estatua, y termina por ser un trabajo mediocre, afectando ligeramente tus atributos, ¿cómo te sentirías? Y aún peor, ¿si por encima disminuye tu difícilmente adquirida reputación de buen escultor?

Merecerías un premio por no ir a saltar por un precipicio. De hecho, muchos escultores habían borrado sus personajes tras sufrir exactamente esa misma pérdida.

Así de difícil y dura era la profesión de Weed.

Ghandilva se le acercó y le agarro las manos.

- Gracias, Weed-nim. Habéis creado una magnífica estatua de la Diosa Freya, y los aldeanos podremos volver a disfrutar de la protección de la diosa gracias a ella. Además, las noticias de la estatua atraerán a más viajeros. Se te podría considerar como un segundo fundador de Poblado Baran.


¡Misión Completada!

La Estatua de la Diosa Freya.

¡Ghandilva te está sinceramente agradecido!
La estatua erigida en Poblado Baran traerá esperanza y coraje al futuro de los aldeanos. Siempre serás bienvenido en la aldea.Recompensa

[+30 Fama] Fama aumentada.
XPs.


Subes de Nivel

Subes de Nivel

Subes de Nivel

Tu influencia en Poblado Baran ha llegado al 60%.

1º.- Weed.............................. 60%

2º.- Darius.............................. 45%

3º.- Seoyoon.......................... 33%


Como el trabajo había superado hasta las más descabelladas expectativas, las recompensas por la misión fueron igualmente sorprendentes.

Una misión con 3 aumentos de nivel podía evaluarse entre las más complicadas del nivel de dificultad D.

Y además, sus puntos de servicios a la aldea habían disparado su influencia en la misma a la primera posición.

Los servicios públicos dependían de varios factores. Si eras reconocido por tus servicios en una comunidad, tu influencia sobre la población aumentaba, lo que te permitía comprar con grandes descuentos, y hasta optar a posiciones gubernamentales como “Mayor” de una aldea, o “Señor Feudal” de una región.

Weed había ganado puntos de servicios públicos rápidamente gracias a la misión de rescate de los aldeanos cautivos, a la creación de la Estatua de la Diosa Freya, y también a la venta de las armas y armaduras que su equipo había acumulado en el fuerte de los hombres-lagarto.

Darius los había conseguido, como era de esperar, por ser el líder de la fuerza que había recuperado el control de la aldea.

Y por último, los de Seoyoon venían de acabar con una amenazadora cantidad de monstruos en las proximidades del Poblado Baran y por la venta de pieles y objetos en la tienda.

Antes de que Weed y Darius llegaran a la aldea, la influencia de Seoyoon había sido la indiscutible número 1.

- ¿Seoyoon está tercera? ¿Ha pasado por aquí? – su corazón dio un vuelco.

Cuando había estado usándola como modelo para crear la estatua, lo había hecho porque estaba convencido de que ella nunca pasaría por este sitio, y por eso nunca podría ver que se trataba de su propia imagen.

El Continente de Versailles era muy amplio.

Si ella veía la estatua, se limitaría a sonreír con frialdad… antes de cortarle la cabeza. Sin preguntas. Sin defensa posible.

Es una Homicida, así que no es una posibilidad remota.

Y sobre todo, si leía lo que Weed había grabado a los pies de la estatua, tal vez lo matara una y otra vez hasta que volviera a llegar al nivel 1, cientos de veces con facilidad. No, seguramente podría esperar lo peor.

Al completar la estatua, Weed se había mostrado muy satisfecho con su creación.

Aún no había sabido si iba a resultar una obra buena, normal o mediocre, pero aún así había estado encantado con su trabajo artístico.

Así que, por razones puramente sentimentales, había inscrito una breve inscripción en la base de la Estatua de la Diosa Freya con el Cuchillo de Tallar de Zahab.

¡Una costumbre de la que ningún coreano puede librarse!

Weed se mostró reservado.

- Perdóneme, Anciano Ghandilva.

- ¿Si, Weed-nim?

- ¿No sería a Seoyoon a quien le solicitaste que le trajese una nueva estatua de la diosa, por casualidad?

- Así es, fue a ella. ¿Así que también le conoces? Es una buna chica. Aceptó mi extraña petición, a pesar de que aún no ha regresado…

- Ya veo.

Weed se alivió al enterarse de que Seoyoon aún no había regresado. De haberlo hecho mientras estaba tallando la estatua, temía qué clase de infierno podría haberse desatado en él.

Tal vez me hubiera matado en revancha por robarle la misión.

Habiendo terminado el trabajo, quería salir hacia la Ciudad del Cielo lo antes posible. Quería escapar de esta aldea antes de que cruzara de nuevo con Seoyoon. Pero Ghandilva no le soltaba las manos.

Ghandilva, bajando la voz, le dijo:

- Tengo algo más que contarle, oh, Weed-nim, salvador de mi gente.

- Continúe, por favor.

- ¿Crees en el destino? No creo que vinieras a esta aldea por casualidad.

- ¿Cómo dices?

- Un sacerdote de la Orden de la Diosa Freya que visitó la aldea en cierta ocasión nos comentó que el mal se estaba alzando. Están extendiendo su influencia en el reino de lo invisible, por debajo del nuestro, en donde gobiernan el frío y la oscuridad. ¡El sacerdote declaró que solo El Elegido podría derrotarlo! Y a continuación me concedió el poder de seleccionar a El Elegido.

- …

- En su momento no comprendí bien qué había querido decir, pero ahora lo veo claro. No te lo había revelado con anterioridad, pero la semilla que ha estado en mi familia desde hace varias generaciones ayudara de guía a una nueva tierra. El sacerdote me dijo que buscaras a alguien llamado Gaviota para poder recuperar el Tesoro Perdido del Templo de Freya. Encontrarlo. ¡Conviértete en El Elegido que derrotará al mal!



Has descubierto una pista sobre:

El Tesoro Perdido del Templo de Freya.


¡Es una continuación de la misión de la Estatua de la Diosa Freya! Y no parece que tenga ninguna desventaja. Genial. Y pensar que me encontraría con una oportunidad así.

Weed volvió a considerarse afortunado. En parte, gracias al hecho de que Seoyoon no había aparecido con la nueva estatua, lo que le había permitido ser quien se encargara de crearla.

- Es el deseo de mi vida evitar que el mal consuma el mundo. Haré todo lo que esté en mi poder por recuperar el Tesoro Perdido del Templo de Freya.

- Muchas gracias.


Has aceptado la misión.


Weed dio por finalizada la conversación con Ghandilva y se fue hacia sus compañeros, que habían estado esperándolo desde hace un tiempo.

- Que buen trabajo, Weed-nim. Nunca pensé que una estatua pudiera ser tan hermosa – dijo Pale, mirando con intensidad hacia la estatua, que le resultaba muy inusual.

Surka, Irene y Romuna también parecían muy impresionadas por la imagen.

Habían estado cazando monstruos casi sin descanso, mientras Weed estaba con la estatua, por lo que habían llegado a niveles de 60’s.

- Es impresionante. Parece real. Es la estatua más hermosa que haya visto.

- Seguro que ni la misma Diosa Freya es tan hermosa.

- ¿Cómo has podido crear una imagen así? No puedo evitar admirar tu exquisito sentido estético y tu espíritu artístico…

Weed se sentía un poco avergonzado ante tantos halagos.

¿Exquisito sentido estético? ¿Espíritu artístico?

Sus ojos declamaban sus sentimientos, que se sentían vergonzosamente ciegos al no reconocer a un artista único, a pesar de haber estado a su lado casi desde el principio.

¿Quién? ¿Te refieres a Weed?

Decir que tenía sed de poder habría sido más creíble.

¿Creerían si les digo que no tenía idea que iba a hacer, hasta el momento que empezó? No, no lo creo.

¿De qué serviría que les contara algo que, de todos modos, no iban a creer?

Un buen vendedor no te lo cuenta todo, cuando te llama a la puerta para venderte un producto. Ocultaba los defectos y destacaba las ventajas del producto.

Lo que es bueno para uno es la mejor línea de acción.

- Irene, Surka, Romuna, mientras creaba la estatua, era a ustedes a quienes tenía en mente. Sus corazones puros y hermosas caras están representadas en la estatua, por eso resultó tan bella.

- ¡Oh!

Las chicas son criaturas muy simples, ¿verdad?

Todas las chicas del equipo estaban encantadas al oír su endeble mentira.

- Oye, ¿tú eres Weed-nim? – Darius se acercó al grupo – Pareces bastante bueno con el Dominio de la Escultura. ¿Es una Gran obra?

Darius estaba bien informado en muchos aspectos. Con su nivel en 140, tenía que haber ido encontrando fragmentos de información sobre los escultores aquí y allá.

- No – respondió él.

- ¿Entonces es una Obra Magnífica?

- Si.

- Oh, nunca me hubiese esperado ver una obra magnífica. Según he oído, hay menos de un centenar de escultores que puedan crear una… – Darius se mostró exageradamente sorprendido. Y justo a continuación mostró una sonrisa felina – Felicidades. Supongo que has ganado unos cuantos puntos de atributos. Al menos es un punto de buena suerte en comparación a las patéticas habilidades de los escultores.

Darius menospreció abiertamente a Weed, solo porque era un escultor.

De hecho, la mayoría de los escultores eran débiles. Sus habilidades de combate eran insignificantes, ya que tenían que aplicar los puntos de atributos a aquellos que eran más necesarios para la creación de obras de arte.

Y aunque contaran con una habilidad de combate poderosa, no sabían cómo usarla apropiadamente.

¿Por qué alguien escogería ser un escultor?

Porque, de entrada, como ya se ha explicado, son débiles en caso de lucha. Ya que la forma de aprender a luchar, es luchando.

La mayoría de jugadores de las clases no combatientes eran ineptos luchadores. Por lo general se quedaban bloqueados, sin poder reaccionar ante el ataque de un enemigo, perdiendo la oportunidad de ocupar un puesto en un equipo.

Las habilidades de combate elementales que aprendían eran inútiles en general, e incluso el nivel al que las tenían era patético comparado con el de sus compañeros.

Y, para llegar a ser escultores decentes, tenían que practicar con el Dominio de la Escultura, por lo que eran más débiles que sus iguales en todo, incluido el nivel general, suponiendo que se dedique el mismo número de horas a mejorar al avatar.

¡Excepto en el caso de Weed, claro!

- ¡Ey! ¡Cuidadito con lo que dices! – Pale, uno de los compañeros de Weed, se adelantó en un momento de pasión. No podía soportar que Darius menospreciase a su compañero.

Y a continuación todo se descontroló.

- ¿Pero qué se ha creído?

- Su cara es como una sartén en la que se acaban de hacer unas salchichas…

- Los idiotas nunca piensan antes de hablar. Weed-nim es tan buen luchador…

Surka, Romuna e Irene también reaccionaron ante las insultantes palabras de Darius.

¡La joven Surka era lo bastante temperamental como para decir algo así! En el caso de Romuna, que estallaba de ira de vez en cuando, también era algo comprensible. Pero lo que realmente desconcertó a Weed y a Pale era que, de toda la gente, Irene, que siempre era tan sensible y tranquila, también había saltado.

Mujeres.

Para los densos Pale y Weed era imposible saber que las 3 chicas juntas podían fácilmente cambiar el estado de alguien al de matar-al-ver.

Aunque Weed hubiese tenido el doble, o hasta el triple, del juicio que tenía, ni en toda su vida podría llegar a comprender ni la mitad de los aspectos de la vida de una mujer.

Era absurdo asumir que conocías a una por el mero hecho de haberle hecho feliz con unos pocos cumplidos.

- … – Weed había perdido el chance y voluntad, de enfadarse.

Su venganza estaba en la explosiva respuesta de las chicas.

- ¿Qué… qué ha sido eso? – los ojos de Darius lanzaban chispas. Pero ninguna de las chicas se echó para atrás.

- ¿Por qué, hemos dicho algo que no sea verdad?

- Cómo se atreven…

- ¿Y qué vas a hacer? ¿Matarnos?

- ¿Creen que van a salir impunes de esta? – Darius estaba a punto de sacar su espada.

Si él, un nivel 140, estaba decidido a causar una carnicería, Weed y sus compañeros no podrían hacerle frente.

No, Weed tendría una posibilidad si lograba aprovechar todo su potencial.

Su nivel era tan solo de 70. Pero con sus atributos inflados estaba cerca de igualar a un guerrero de nivel 100.

Considerando las poderosas habilidades, que eran casi trampa, y sus habilidades de combate, estaba convencido de que podría vencer a Darius.

Aprovechando el elemento sorpresa, y dado que Darius despreciaba a Weed, si aprovechaba para atacar cuando menos se lo esperaría, Weed podría vencerlo rápidamente.

El problema era que el duelo durase más de un minuto. En ese caso, Weed se quedaría sin maná, y estaría muerto.

Weed no temía a Darius por sus atributos, pero sabía que su debilidad era una batalla extendida.

Era, por así decirlo, un caso típico de eyaculación precoz, el mayor temor de todo hombre.

Y, desde luego, él era más fuerte que un jugador normal con su mismo nivel que estuviera dependiendo siempre de atributos mejorados mágicamente.

- ¡Darius, tranquilo!

- ¡Suéltame! ¡Les voy a enseñar un poco de modales a estas perras!

- Eres el comandante de la fuerza de asalto. No puedes tener un duelo con tus subordinados. ¿Sabes cuánta Fama perderías? ¿No te importa fallar la misión?

Parros y los compañeros de Darius lo contuvieron. Le hablaron mientras duraba su ira, hasta que por fin se calmo.

- Muy bien. Por esta vez lo dejaré pasar.

Ante el comentario de Darius, Romuna se burlo con desdén.

- ¿Y quién te crees que eres para decidir quién perdona a quién?

- Todo el mundo se equivoca, pero es que él actúa como si fuera un miembro de la realeza, o algo así – el golpe final de Surka estuvo a punto de volver a calentar el ambiente, pero a esas alturas otros miembros de la fuerza de asalto se habían reunido a su alrededor, atraídos por la conmoción.

Darius y los suyos ya habían perdido todo el respeto y la credibilidad. Por otro lado, Weed y sus compañeros eran considerados como un grupo respetable. De entrada, Weed les había cocinado grandes platos durante la marcha.

Hasta les había reparado armas y armaduras cuando se desgastaban, y con los objetos sin identificar, su servicio gratuito de identificación casi no tenía precio.

Sus otros compañeros habían sido amables con todo el mundo salvo con Darius y su grupo, por lo que su reputación general también era bastante buena.

Mientras Weed había estado ocupado tallando la estatua, Pale y las chicas se habían unido a distintos equipos para ir de caza, y sus bien desarrolladas habilidades y sus rápidas técnicas de caza les hacían ser bien recibidos en todas partes.

Más adelante Weed se enteraría de que Darius y sus compañeros habían tenido que cazar solos porque nadie se había molestado en invitarles. Así que dadas las circunstancias, Weed estaba en una posición muy superior a la de Darius.

Parros, el amigo de Darius, habló con arrogancia en vez de Darius, que tenía la boca apretada con fuerza, forzándose a mantenerse en silencio.

- Somos miembros del Clan Ica. Estoy convencido de que has oído hablar de nosotros. Somos uno de los mayores clanes de Rosenheim.

Weed claro que había oído hablar del Clan Ica. Era muy conocido por su mal comportamiento, y el comportamiento de Darius demostraba la verdad tras los rumores.

- Tenemos previsto ocupar una ciudad muy pronto, por lo que necesitamos un buen cartel. ¿Podrías venir más tarde a tallárnoslo? Te pagaremos bien.

Al final, la razón por la que Darius había ido a ver a Weed era esa. Pero había estado de un humor terrible.

Aunque estaba feliz por los buenos resultados de la misión de asalto, había obtenido muchos menos beneficios de los que había esperado.

Y todo porque alguien había arrasado con el fuerte de los hombres-lagarto y todos los objetos que hubiera habido.

Enfadados, Darius y su gente habían estado buscando a los culpables, pero nunca hubieran sospechado de Weed, el simple escultor que había estado tallando la Estatua de la Diosa Freya, y sus compañeros, cuyos niveles en el momento de los hechos les liberaba de todas las listas de sospechosos.

Durante las investigaciones, habían cometido una serie de meteduras de pata bastante graves, que habían aumentado los roces con los demás jugadores, mientras Weed había recibido una buena misión del anciano Ghandilva y había completado la estatua, como si hubiera querido echarles sal en las heridas.

En otras palabras, Darius estaba celoso.

Por eso se había mostrado tan rudo, y al final había complicado aún más la situación.

* * * * *

En el momento que acabaron con lo que tenían que hacer en el pueblo Baran, la fuerza de asalto dirigida por Darius empacó sus cosas y se dirigió hacia el norte, de vuelta a la Ciudadela.

Había algunos jugadores a los que les habían gustado las zonas de caza cercanas, pero la aldea en sí era poco atractiva. No había un bar en el que sea posible beber una cerveza fría tras un día de caza.

Todos extrañaban el suave sabor deslizándose por su paladar, así que se apresuraron en abandonar la aldea.

Se había determinado que los soldados del Ejército de Rosenheim se quedarían a proteger la aldea.

Weed y su grupo informaron del resultado de la misión de asalto directamente a Ghandilva.

- Gracias por sus servicios. Siempre recordaremos lo que has hecho por el bien de nuestra gente.

Como recompensa de la misión, Ghandilva le otorgó a Weed 20 puntos de Fama.

Como había estado tallando la estatua mientras los demás habían estado cazando el resto de los hombres-lagarto, casi se había dado por vencido, pero al final había terminado saliéndole muy bien.

Otros jugadores con niveles 80 y tanto de la fuerza de asalto habían recibido entre 10 y 15 puntos de fama.

Weed supuso que el rescate de los aldeanos y el saqueo del fuerte habían creado un pequeño milagro.

Weed y los demás le habían dicho a Darius que preferían quedarse a cazar monstruos, con la excusa de sus bajos niveles.

- Es el momento – dijo Weed.

Al oír el comentario, los demás sonrieron expectantes.

- Si.

- Vamos a un lugar discreto y tranquilo.

- Por supuesto, un lugar muy, muy tranquilo… A un sitio en donde no puedan vernos – Romuna se tapó la boca con la mano y empezó a reír con coquetería.

Cualquiera que oyera la risa, podría pensar cosas erróneas.

Dos chicos y tres chicas fueron hacia la Montaña del Oeste. Donde antes había estado el fuerte de los hombres-lagarto, era ahora un espacio lo bastante recluido para cubrir sus requisitos de silencio y tranquilidad.

- La-lalala – las chicas estaban tarareando una musiquilla.

Se dirigían a un lugar muy, muy silencioso y lejos de todo.

Pronto llegaron a los pies de la montaña, a millas de la persona más cercana. Ya estaban preparados para un largo viaje.

- Este parece un buen sitio.

- Muy bien, chicos, prepárense.

Weed hizo un agujero en el suelo con cuidado, en el que plantó la semilla. A continuación la regó un poco.

Al principio no hubo ninguna reacción, pero al poco tiempo, la tierra que cubría la semilla empezó a ponerse roja.

*BRRRRM*

- ¡Aaaah! – gritó Surka.

¡Un gran terremoto empezó a sacudir el suelo!

El centro del movimiento estaba donde Weed había plantado la semilla. La tierra se abrió, y un ancho tronco salió disparado hacia el cielo.

Diez metros, veinte metros…

En un momento, delante del grupo se alzaba un inmenso pilar cuyo extremo no podían ver. Y el tronco seguía creciendo.

Al ver que el tronco se alzaba hasta las nubes, Weed empezó a hablar.

- La Ciudad del Cielo debe estar allí arriba. Creo que este tallo nos llevará hasta allí.

- Entonces…

- ¿Nos vamos a amilanar ahora que hemos llegado hasta aquí? Sujétense rápidamente. O podríamos terminar teniendo que trepar la mitad del camino.

- ¡Ups! ¡No, eso no me gustaría nada!

Weed sacó una cuerda de su mochila y la ató alrededor de sus compañeros.

- Juntos vivimos, juntos morimos.

- ¡Si!

Weed y Pale decidieron que ellos serían los primeros en agarrarse del tronco. De esta manera si Irene o Romuna, las más débiles, se soltaban, los chicos podrían evitar que se cayeran desde las alturas.

Weed y los demás se sujetaron al tronco que había surgido de la raíz del Árbol Celeste. Y salieron disparados hacia el cielo.

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